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(4 de Octubre)
San Francisco de Asís, fue un religioso, un fraile italiano nacido Asís, Umbría, Italia, entre el año 1181 y 1182, y murió en el 3 de octubre del año 1226, tenía 44 años de edad. La Iglesia Católica celebra su Fiesta Litúrgica en Memoria de “San Francisco de Asís, religioso”, cada 4 de octubre. Se le reconoce por haber decidido llevar una vida de pobreza, en cuanto al dinero, también se le recuerda por haber llevado una vida alegre, siempre con una buena actitud de caridad hacia los enfermos y pobres, su vida estuvo llena de humildad, castidad y obediencia a Dios, siendo fiel a la Sagrada Escritura. El Papa Francisco, quién partiera en el 2025 al encuentro con el Señor, tomó ese nombre para su pontificado, lo hizo en memoria de San Francisco de Asís y en el año 2021 propuso a este santo como modelo de pobreza.
San Francisco de Asís nació dentro de una familia noble, tenían un poder económico respetable, su padre, Pedro Bernardone, era un próspero comerciante de telas que viajaba frecuentemente a Francia por negocio, su madre, Pica Petronella Bourlemont, también venía de una familia noble. El entorno familiar de San Francisco era sano y religiosos, fue bautizado con el nombre de “Giovanni” (Juan), pero como cuando nació su padre se encontraba en Francia y además de sus constantes viajes a ese país, le apodaron “Francesco” “el francesito”.
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Durante su juventud, San Francisco de Asís gozaba de la vida sanamente, no tenía vicios ni malas costumbres, aunque gastaba dinero en fiestas y se vestía bien, encontraba la forma de ayudar a los pobres más necesitados. Luego de los pleitos entre las ciudades de Perugia y Asís, estuvo preso durante un año, prisión que soportó con alegría. Al salir en libertad y recuperarse de una enfermedad se dedicó a servir a Dios, oraba constantemente, decidió vender todos sus bienes, visitaba y ayudaba a los enfermos en los hospitales, después un día fue hasta la Iglesia de San Damián que estaba en ruinas y allí se quedó; su padre se molestó y lo fue a buscar a la iglesia, luego de varias disputas, San Francisco renunció al dinero y herencia, regresándole a su padre todo lo que le pertenecía de él y entonces se dedicó enteramente para servir al Señor, sin abandonar el voto de pobreza que voluntariamente había asumido.
San Francisco de Asís logró tener muchos seguidores y hasta algunos fueron sus discípulos. En el año 1209 bajo el marco de la Iglesia Católica fundó la “Orden Franciscana”, también conocidos como los “Franciscanos”, Orden que sigue vigente a pesar de que ya han pasado más de 800 años de su fundación y actualmente tiene presencia es más de 120 países. Los Franciscanos continúan siendo una orden mendicante a través de su voto de pobreza, San Francisco de Asís renunció a todo tipo de propiedad individual y colectiva. Los frailes franciscanos a pesar de haber hecho el voto de pobreza dedicados a la caridad fraterna, también eran trabajadores porque realizaban oficios en los campos, respetando y amando tanto a la naturaleza como a los animales, se ganaban el pan de cada día y cuando el trabajo no les era suficiente pedían limosnas, el dinero no lo aceptaban para enriquecerse, se distinguían por su servicio a los demás.
San Francisco tenía una gran devoción por la Eucaristía por lo que se él mismo se consideraba indigno para ser sacerdote y por eso solo llegó a ser diácono. Contribuyó mucho con la Iglesia Católica en esos años de la edad Media estaba pasando por momentos difíciles. San Francisco murió en la ciudad de Asís el 3 de octubre de 1226 a los 44 años, luego de haber escuchado la Pasión de Cristo según el evangelio de San Juan. Sus restos fueron sepultados en la Iglesia de San Jorge en Asís, pero luego fueron trasladados a otro lugar para que su cuerpo no fuera ni robado ni profanado y actualmente sus restos yacen en la cripta de la Basílica de San Francisco en Asís, Italia.
Varios de los datos mencionados fueron tomados de la publicación Francisco de Asís, de la página oficial de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, contenido está bajo los derechos de autor del Estado de la Ciudad del Vaticano. Es una lectura recomendada.
San Francisco nos sigue enseñando que se puede vivir con un corazón alegre y humilde a pesar de no tener dinero, hay que aceptar la voluntad del Señor, se debe aprender a ver la grandeza de Dios tanto en la pequeñez del hombre como en la naturaleza que nos rodea.
San Francisco de Asís es el patrono de varias ciudades, regiones y países como por ejemplo, es el patrono de Italia, también se le conoce como el patrono de los comerciantes, en particular de los fabricantes de telas, sastres y tejedores, asimismo se le conoció por su gran amor y respeto que tuvo con la naturaleza y los animales, por eso se le conoce también como patrono del medio ambiente, de los animales y además como patrono de los belenistas, y éste último lo lleva a una especial relación con la Navidad.
Un “Belenista” es aquella persona que hace “Belenismo” es esto es la afición o el arte de construir o coleccionar Nacimientos, Portales de Belén, o Belenes que son representaciones en donde se recrea el nacimiento del Niño Jesús, además de tener tradicionalmente al niño recién nacido en un pesebre, también contienen la imagen de la Virgen María, San José, quienes generalmente se encuentran dentro de una gruta, cueva o establo, además se pueden conseguir otra figuras o elementos en esas representaciones como una mula, un buey, la estrella de Belén, uno o varios ángeles, los tres Reyes Magos con camellos o caballos, y pastores entre otros elementos como ovejas, animales, casas y cualquier otra forma que ayude a representar ese acontecimiento que ocurrió hace más de dos mil años en la ciudad de Belén. Y esta tradición se relaciona con San Francisco de Asís porque a quien se le atribuye la primera representación de un Belén durante las celebraciones navideñas. Durante la celebración de la Navidad en del año 1223 en una gruta ubicada entre las colinas de una aldea italiana, Greccio, en la provincia de Rieti, durante una misa, San Francisco de Asís representó la Natividad del Niño Jesús y ésta se considera primer pesebre usado para recordar el nacimiento del Niño Jesús en Navidad, la verdadera Navidad. En el altar colocó al Niño Jesús realizado en piedra dentro de un pesebre lleno de heno, tenía unas personas que representaban a San José y la Virgen María, y hasta introdujo en la gruta a una mula y un buen de verdad, representando así la escena de la primera Navidad como se describe en la Sagrada Escritura. Se dice que durante ese primer nacimiento ocurrió el milagro que dentro del pesebre con heno apareció el Niño Jesús, de verdad, unos dices que la estatua o figura de piedra del Niño cobró vida, y todo esto ayudó a que esa noticia se propagara por toda Italia, para luego seguir esparciéndose por Europa, haciendo que las personas preparen sus propios pesebres, nacimientos o belenes, tradición que desde hace 800 años sigue perdurando alrededor de todo el mundo.
Camino a la Navidad
San Francisco de Asís también es la primera persona documentada que se prueba que tuvo los “Estigmas de Jesucristo”. Construyó una pequeña habitación en el Monte Alvernia, retirándose a vivir allí en el año 1224 y en ese lugar le quedaron impresas en sus manos y sus pies las señales de la Pasión de Cristo; después de eso y por continuar en su cuerpo estos estigmas es frecuente verlo con las manos dentro del hábito y usaba zapatos con medias.
Hay muchas historias de que aún estando con vivo en la Tierra, San Francisco de Asís realizó varios milagros a personas como también cuentos en donde algunas personas catalogan como leyendas y otras no, con animales como de que cuando San Francisco de Asís cantaba las grandezas de Dios, los pájaros se acercaban a él para escucharlo y otro cuento famoso es el de un lobo que había hecho mucho daño en una población fue amansado por él, decían que se podía comunicar con los animales.
Los textos originales del Nuevo Testamento fueron escritos inicialmente en griego koiné y luego con el Imperio Romano el idioma en que se escribían los textos relacionados con la Fe se hacían en latín y entonces para muchos historiadores el primer texto en italiano relacionado con la religión católica, aunque no es un texto Magisterial formal, se le adjudica a San Francisco de Asís con su “Cantico delle creature”, título original, que en latín es “Laudes Creaturarum”, y en español “Cántico de las Criaturas”, también conocido como “Cántico del hermano sol”, que fue escrito en el 1224 usando el dialecto umbro, una forma del italiano medieval, y su intención era que la mayor cantidad de personas de esa zona pudieran entender con mayor facilidad lo que había escrito. Y este libro además está catalogado como uno de los primeros pilares literario de la lengua italiana. La Iglesia Católica continúa usando como lengua principal para los escritos magisteriales de manera formal el latín, aunque luego son traducidos a una gran cantidad de idiomas diferentes, y el 3 de octubre (día en que se recuerda la muerte de San Francisco de Asís) en el año 2020 el Papa Francisco firmó en Asís la encíclica “Fratelli tutti” (Hermanos todos), siendo éste el primer documento magisterial de la Iglesia Católica que en su texto original no se usa el latín, se usó el italiano. Como nos enseña San Francisco de Asís en ver la grandeza en Dios en lo cotidiano, aquí también se muestra su mano, porque en estos dos hechos históricos separados por siglos, casi 800 años, para algunos puede ser un simple coincidencia de que se tiene como el primer texto no magisterial de la iglesia fuera del latín fue escrito por San Francisco de Asís en italiano y luego el primer texto magisterial fuera de la Iglesia fue escrito por el Papa Francisco, cuyo nombre lo escogió en honor a San Francisco de Asís, así que para no entrar en debates que busquen apartarnos, a esto lo llamamos “Diosidencia”.
San Francisco de Asís tuvo unas relaciones particularmente rica por el número y la calidad de encuentros con otras personas que posteriormente también han sido catalogadas como santos de la Iglesia Católica y entre estas relaciones resaltan:
Santa Clara: ella decidió seguirlo, no solo oyéndolo predicar, Santa Clara con otras compañeras también se establecieron también cerca de los franciscanos y en 1212 fundó la Orden de Santa Clara, con la inspiración y dirección de San Francisco de Asís, la orden de estas monjas también es conocida como las Clarisas, y sus oraciones hacían fecundo el trabajo de los franciscanos. Hay un evento muy especial que relaciona a Santa Clara con un milagro en Navidad y es que estando ella enferma no pudo asistir a una misa que se realizaba en Navidad y de manera milagrosa ella logró ver lo que estaba ocurriendo en la misa con una imagen en movimiento que se proyectaba en una pared de su habitación, tuvo la visión de la Santa Eucaristía en tiempo real, era como una transmisión en vivo de una “televisión espiritual” y varios siglos más tarde, en el año 1958 el Papa Pío XI la proclama patrona de la televisión; la primera transmisión de imágenes en movimiento de manera exitosa con un aparato eléctrico data en el año 1925.
San Antonio de Padua: conoció a San Francisco de Asís en el año 1221, se unió a la Orden Franciscana y es considerado como el primer teólogo franciscano y también tiene el título de doctor de la Iglesia Católica.
San Buenaventura: vivió entre los años 1221 y 1274, bautizado con el nombre de Giovanni, y cuando era un bebé por una enfermedad intestinal estuvo al borde la muerte, siendo curado milagrosamente por San Francisco de Asís, quien oró por el niño al conocerlo y al verlo que había sanado San Francisco exclamó “O, buona ventura!” y se piensa que de ahí que tomó el nombre de Buenaventura. Al crecer entró a la Orden Franciscana en donde se destacó, llegando a ocupar el cargo de Ministro General de la Orden durante 17 años, también escribió la obra “Leyenda Mayor”, libro que se convirtió en la biografía canónica de San Francisco de Asís. San Buenaventura es considerado junto a Santo Tomás de Aquino uno de los más grandes pensadores del Medioevo. Se le considera el patrono de las enfermedades intestinales y al igual que San Antonio de Padua, tiene el título de Doctor de la Iglesia Católica.
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