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La Navidad es el nacimiento del Niño Jesús, y por ser una fecha que se recuerda y celebra cada año, también se le suele dar el nombre de Navidad a una temporada festiva y hasta enumerarlas. El día de Navidad en realidad es cuando se celebra la encarnación del Hijo de Dios, quien se presentó en la Tierra como uno de nosotros, de carne y hueso como ser humano. La segunda persona de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo, y Espíritu Santo), se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios (464 Catecismo de la Iglesia Católica).
Esta es la versión ilustrada, ideal para Niños, del Cuento de la Primera Navidad, versión XmasVia. Si desean leer una versión más completa puede hacerlo pulsando el siguiente enlace Cuento de la Primera Navidad, que lo llevará directo a esa versión.
En la siguiente tabla está el contenido del cuento versión para niños en donde puede acceder directamente a esa sección pulsando en el título.
La Verdadera Historia de la Primera Navidad
El siguiente cuento está basado en una historia real, y sucedió en el Siglo I D.C., hace más de dos mil años. Es la historia de la Natividad del Niño Jesús, el Hijo de Dios, el verdadero protagonista de esta historia, que nació del vientre de la Virgen María, su madre, quien se casó con San José, ellos formaron lo que se conoce como la Sagrada Familia, personajes principales de este cuento.
Los siguiente hechos están basados en textos Bíblicos. Se aconseja que mentalmente se traslade a esa época en donde no existían las carreteras, ni vehículos con las comodidades que hoy se tienen para realizar viajes, tampoco existía la tecnología que hoy conocemos, sobre todo en el uso de las comunicaciones.
Estos acontecimientos sucedieron en una región de lo que hoy se conoce como "Medio Oriente". El mapa que se muestra en la Introducción del cuento es como estaban divididas las regiones en ese entonces, y que ya habían empezado a formar parte del Imperio Romano, bajo el mando del Emperador César Augusto y toda Judea estaba bajo la custodia del rey Herodes el Grande.
Antes de empezar con el cuento en sí, a continuación se hace una breve descripción de los personajes principales.
Es el personaje central del cuento y de toda humanidad. El Niño Jesús es el Hijo de Dios y de grande es conocido como Jesús, Jesús de Nazaret, Jesucristo, el Mesías, el Salvador. Es un personaje real no es de ficción.
Enlace para saber más: Niño Jesús
Es la madre del Niño Jesús, es otro de los personajes principales, y ella siempre nos conduce a Jesús. A pesar de que no se mencionan en la Biblia, la Iglesia Católica reconoce a San Joaquín y Santa Ana como los padre de la Virgen María, y al igual que su hijo, ella es un personaje real.
Enlace para saber más: Virgen María
Es el esposo de la Virgen María, y padre terrenal del Niño Jesús. San José es conocido como un buen Carpintero, y aunque algunos lo ven como un personaje secundario, es de suma importancia en la historia de la salvación de la humanidad, tampoco es un personaje ficticio.
Enlace para saber más: San José
En el siglo I vivían, un joven virgen muy bella y alegre llamada María, criada con mucho amor por sus padres Joaquín y Ana, quienes le enseñaron a rezar y amar a Dios por sobre todas las cosas. También en esa región vivía un buen hombre llamado José quien era descendiente del Rey David, con una fe inquebrantable en Dios, era un hombre sumamente justo, formal y buen trabajador, conocido por ser un excelente carpintero, cuando en realidad era mucho más que un simple carpintero, también hacía trabajos de albañilería.
María y José se habían comprometidos en matrimonio y por la leyes de ese entonces, tenían que esperar un año antes de poder empezar a vivir juntos bajo un mismo techo. Habían decidido vivir en la ciudad de Nazaret. José durante ese tiempo se dedicaba a preparar la casa donde iban a vivir y María obedientemente esperaba tranquila y rezando con mucha frecuencia a Dios.
Cuando habían pasado 6 meses del compromiso matrimonial un día mientras María estaba rezando vio que se le apareció un mensajero de Dios, era Arcángel San Gabriel y le dice “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. El ángel le anunció que había sido elegida por Dios para ser la madre de su Hijo, a que llamarás Jesús (Niño Jesús). María estaba un poco desconcertada y en la conversación con el ángel le dice que cómo podría ser eso, ella es virgen, no ha tenido relaciones con hombres, así que el ángel le responde que concebirá ese niño por obra del Espíritu Santo, será el Hijo de Dios; para el Señor todo es posible, tu prima Isabel que a pesar de su vejez y consideraban estéril, ya está en el sexto mes de embarazo. María le respondió al ángel "Yo soy la servidora del Señor". En ese instante María quedó embarazada del Hijo de Dios, empezaba a crecer dentro de su vientre el Niño Jesús.
Este evento es lo que se conoce como "La Anunciación" y ese hermoso Sí de respuesta de María al ángel es lo que se conoce como el "Fiat de María".
Creyendo con fe lo que le había dicho el Arcángel Gabriel sobre su prima, María hizo un largo viaje en subida y por terreno montañoso para llegar hasta la casa de Isabel en Ain Karim, para acompañarla y ayudarla porque también estaba embarazada y era viejita. Isabel saludó a su prima cuando llegó y le dijo “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!” y continuó diciéndole: “¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?”, también durante el saludo le dijo Isabel a su prima: “Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.
Cuando llegó el tiempo, nació el primo del Niño Jesús, el hijo de Isabel y Zacarías a quien llamaron Juan, y hoy se le conoce como San Juan Bautista.
María se quedó en casa de su prima durante 3 meses y luego del nacimiento de San Juan Bautista ya era momento de regresar a Nazaret, debía enfrentar cómo decirlo a José, su prometido que no sabía de su embarazo, lo que estaba pasando dentro de ella y su barriga iba creciendo con el Niño Jesús dentro de su vientre.
María emprendió su viaje de regreso a Nazaret por un camino montañoso y aunque ahora era en descenso ya María tenía entre 4 a 5 meses de embarazo, sin saber cómo iría a reaccionar su prometido esposo José al notar su barriga que seguía creciendo con el Niño Jesús por nacer. Faltaban alrededor de 2 meses para formalizar su compromiso matrimonial con José y así empezar a vivir juntos.
José recibió a María y al ayudarla a bajar de la carreta notó que María estaba embarazada y él sabía que ese hijo no era de él. Desconcertado y sabiendo que María era una joven buena no quiso denunciarla públicamente porque en esa época tener un hijo fuera del matrimonio podría causarle la pena de muerte, así que decidió apartarse en silencio. Aún no se cumplía el año que tenían que esperar para poder vivir juntos y poder tener contacto con su prometida, por eso tampoco María le podía aclarar lo que estaba pasando con ella.
Ambos permanecieron en oración con Dios, abandonándose en Él y que el Espíritu Santo los guiara en la forma correcta de actuar. Por muy grande que sean los problemas, con Dios al lado todo se puede superar.
Un día mientras José dormía, en sueño se le apareció un ángel, un mensajero del Señor, y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. José que es un hombre justo y de mucha fe en Dios, creyó he hizo caso a lo que el Arcángel Gabriel le dijo, así que cuando llegó el momento tomó a María como su esposa, aceptó como su propio hijo al niño que estaba por nacer. José y María conversaron sobre lo que les había dicho el ángel del Señor a cada uno de ellos, que habían sido en momentos diferentes, entendían y aceptaron que ese niño por nacer proviene del Espíritu Santo y que se llamará Jesús (Niño Jesús), el Hijo de Dios. A partir de ese entonces José siempre cuidó de María y sabía que estaba comprometido para hacer lo mismo con el niño por nacer.
La Virgen María y San José empezaron a vivir juntos como un matrimonio consolidado en la casa que José había preparado para María, su esposa, en Nazaret y estaban felices esperando que llegara el momento del parto y recibir al Niño Jesús.
Iban pasando los días y la barriga de María con el Niño Jesús por nacer iba creciendo, y cuando podría estar faltando un mes para el parto se enteraron de un censo que había sido ordenado por el emperador romano Cesar Augusto. El censo decretaba que los hombres debían acudir a su ciudad natal para inscribirse. San José era descendiente del Rey David y había nacido en la misma ciudad, Belén, en Judea, cercana a Jerusalén.
José que es un hombre justo y acata las leyes, sabía que debía de cumplir con el decreto del emperador, pero tampoco quería dejar sola a María, su esposa, ella no estaba obligada en ir a Belén, ciudad también cercana a Ain Karim, pero un poco más lejos desde Nazaret.
María decidió acompañar a su esposo José a Belén sabiendo que no sería un viaje fácil porque aunque es similar a los que realizó de iba y vuelta cuando visitó a su prima Santa Isabel, esta vez la barriga de su embarazo estaba muchísimo más grande, faltaba poco para que el tiempo y naciera el Niño Jesús. Juntos emprenden el nuevo largo viaje, esta vez María viaja desde Nazaret a Belén igualmente en subida y por caminos montañosos.
Durante el camino a Belén y por el estado de gravidez de María, José tuvo que hacer más paradas de lo planeado para que María pudiera descansar y José pacientemente la complacía, así que se tardaron más tiempo del que había estimado en un inicio, también el camino estuvo congestionado por la cantidad de personas que acudieron a Belén debido al censo obligatorio que había ordenado el emperador.
Ya en Belén José y María no conseguían hospedaje. Belén ya había dejado de ser la gran ciudad de la época del Rey David, las pocas casas que quedaban y los establecimientos para recibir a las personas estaban ocupados por la gente que había acudido por el censo. Por empezar pronto la noche, aún sin conseguir lugar para hospedarse y estando muy cansados por el largo viaje, María empiezan a sentir los primeros dolores de parto, por lo que José abrumado porque no consigue donde puedan pasar la noche logró que le permitieran quedarse en una cueva con un pesebre que se utilizaba para alimentar a unos animales. Esa gruta fue el único lugar que logró conseguir José porque no les daban hospedaje ni en albergues ni en casas.
A mitad de la noche mientras unos humildes pastores cuidaban de sus rebaños se les apareció un ángel y les dijo: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en el pesebre”. Los pastores en shock por el ángel, ven como se ilumina resplandecientemente la noche que era oscura, ahora parece de día y ven un una multitud ángeles que cantaban alabando a Dios diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!”. Después los ángeles desaparecieron regresando al cielo.
Los pastores todavía aturdidos por todo lo que habían presenciado empezaron a hablar entre ellos y todos habían visto y escuchado lo mismo, así que se decían que debían ir de inmediato a Belén para ver lo que allí había sucedido y que Dios por medio de los ángeles les había anunciado. Los pastores sin perder más tiempo fueron a Belén.
Rápidamente los pastores que estaban a las afueras de Belén entraron a la ciudad y encontraron dentro de una gruta a José, a María, y al Niño Jesús recién nacido acostado en el pesebre, tal como se los había anunciado el ángel.
Los pastores al ver todo esto, le contaron a José y a María lo que habían oído sobre el Niño Jesús lo que le habían contado el ángel y el cántico del coro celestial. San José y María quedaron admirados por todo lo que les contaban los pastores y María conservó con cariño todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
Después de un tiempo prudencial los pastores salieron de la gruta y camino al campo de donde habían venido alababan y glorificaban a Dios por todo lo que habían logrado ver y oír tal cual se los habían anunciado los ángeles.
Luego de la visita de los pastores María y José cumpliendo con las leyes de ese entonces oficializaron el nombre de Jesús a su bebé, lo llamaban Niño Jesús.
Por ese tiempo había unos Magos de Oriente, también conocidos como Reyes Magos, que luego de un largo viaje y siguiendo una estrella muy brillante llegaron hasta Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el Rey de los Judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a dorarlo”. El rey Herodes desconcertado al enterarse de esto, los mandó a llamar, y les dijo que le avisaran cuando encontraran y se enteraran todo sobre ese niño que también llamaban rey, así él iría a adorarlo. Los Magos de Oriente sintieron que las palabras de Herodes no eran sinceras y tomaron con mucha precaución lo que les había dicho. Herodes no quería que hubiese otro rey por esas tierras y lo que les había a los Reyes Magos era para engañarlos.
Los Reyes Magos después de esa reunión se alejaron de Herodes y siguieron su camino guiados por la Estrella de Belén, también conocida como Estrella de Navidad.
Los 3 Reyes Magos llegaron hasta la casa donde se encontraba el Niño Jesús
Luego de haberse marchado los 3 Reyes Magos...
El Niño Jesús "regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos."
"Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.". Ya cuando el Niño Jesús creció lo empezaron a llamar Jesús de Nazaret y hoy también se le recuerda con otros nombre como Jesucristo, el Mesías, el Salvador, entre otros tantos.
Colorín colorado, este cuento no se acaba. Podemos haber terminado de contar la historia de la Natividad del Niño Jesús, la verdadera Navidad, y Jesús, Jesucristo, el Hijo de Dios, Dios, sigue vivo, es eterno, por eso su Historia no tiene ni principio ni fin.