Padre Nuestro
Esta es la oración más conocida en el cristianismo y fue enseñada por el mismo Jesucristo
Esta es la oración más conocida en el cristianismo y fue enseñada por el mismo Jesucristo
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.”
Amén.
La oración que se acaba de mostrar fue tomada desde una página oficial del Vaticano en donde aparece una lista de oraciones, y además, esta oración se puede conseguir en la Biblia, habiendo sido enseñada por Jesús a sus discípulos. Este mismo hecho está narrado en 2 evangelios.
Evangelio Según San Mateo 6:9-13
9 Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
10 que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
11 Danos hoy nuestro pan de cada día.
12 Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
13 No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Evangelio Según San Lucas 11:2-4
2 Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino,
3 danos cada día nuestro pan cotidiano;
4 perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».
El desarrollo central de la narración de un mismo hecho narrado por dos personas distintas es el mismo aunque tengan algunas pequeñas diferencias. La principal similitud es que ambos nombran a Dios como “Padre Celestial” y es que Dios no nada más que se hace cercanos a nosotros a través de su Hijo, el Niño Jesús, Jesucristo, en donde el mismísimo Jesús nos dice que lo llamemos Padre, Dios no está lejos de nosotros, es un padre bueno, es un amigo al que se le puede llegar y Él quiere que le lleguemos; luego también se ve como ambos evangelistas empiezan la oración que Jesús les enseñó alabando a Dios para luego ir con las peticiones en donde de igual manera la primera petición es la del Reino de Dios, para continuar con las peticiones personales y entonces se ve que San Mateo incluye una petición más que San Lucas. Aquí se ve el esquema que se comenta en la página Oración, siempre se empieza con alabanza, se reconoce a quien se le está rezando para luego pasar a la petición.
Cuando Jesús enseña la oración que hoy se conoce como “Padre Nuestro”, no solamente que nos enseña como se debe rezar correctamente, también nos dice como NO se debe orar y actualmente siguen existiendo personas hipócritas que aparentan estar orando, pero en realidad no están hablando con Dios, lo hacen para aparentar.
Evangelio Según San Mateo 6:5-6
5 Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
6 Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
También Jesús luego de enseñar la oración del Padre Nuestro, explica la importancia de perdonar, porque si la persona no perdona Dios no le perdonará sus faltas, mientras que a la persona que perdone, Dios le perdonará sus pecados.
Evangelio Según San Mateo 6:14-15
14 Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.
15 Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Es bueno tener presente que las oraciones no son solamente para pedir algún favor, también se deben dar gracias, hay que ser agradecido en la vida y a un amigo seguramente no le gusta que se le contacte solamente para pedir favores.
“La oración de acción de gracias nace de reconocer que hemos sido pensados antes de que aprendiéramos a pensar, hemos sido amados antes de que aprendiéramos a amar. Si miramos la vida así, entonces el “gracias” se convierte en el hilo conductor de nuestras jornadas”
Papa Francisco