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Antes de empezar con la tradición encender la primera vela del Primer Domingo de Adviento de la Corona de Adviento, es recomendable que la corona se haya bendecido y si no se ha hecho pueden ir al siguiente enlace: Bendición de la Corona de Adviento.
La tradición del encendido de la vela no es solamente prenderla, se pueden realizar cantos y es muy recomendable además de leer algunas lecturas tomadas de la Biblia, meditarlas. Todo los presentes reunidos participan en la ceremonia y por haber tantas opciones en donde cada una puede tener un papel destacado si fuese el caso de que son muchas las personas reunidas, deben recordar que hay 3 domingos más y además el día de la Navidad, así que también se pueden ir turnando sus funciones.
Cuando las personas están reunidas listas para iniciar con al tradición del encendido de la primera vela se deben poner de acuerdo para nombrar quien hará de guía durante este domingo, también se eligen quienes harán las lecturas, quién encenderá y quién apagará la vela. La intención es que todos los presentes participen de manera armoniosa en esta linda tradición en donde se pueden incluir a los niños como para el apagado de la vela.
Este Primer Domingo de Adviento se dedica a la "Esperanza"
Canto: Todo el grupo canto o reproducen una canción de entrada. Para este domingo puede ser “A Ti Te Cantamos”
Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Guía: Reconozcamos ente Dios que somos pecadores.
Todos: Se reza el “Yo Confieso” o el “Acto de Contrición”.
Guía: Esta corona fue confeccionada con mucho amor, decorada con colores y adornos que nos permiten recordar muchas bondades que tú nos ha enseñado el Señor. Hoy se encenderá la vela de color morado que simboliza “Vigilia” y los adornos nos recuerdan los dones que se reciben al estar presente en tu llegada. Por favor permite que nuestros corazones estén llenos de bondades y no nos distraigamos durante esta vigilia mientras te estamos esperando.
Vigilia quiere decir estar atentos y salir camino al encuentro con el Señor que quiere entrar en nuestra existencia para salvarnos y darle sentido total a nuestras vidas. Esta semana primera semana de adviento será dedicada a la Vigilia.
Señor permite que cuando se encienda la luz de la vela morada, sea como la luz de una lámpara que alumbra para salir durante la noche al encuentro de un amigo, ya sea que lo vamos a buscar o lo estamos esperando. Permite que esta luz no se apague en nuestros corazones y así poder tenerte presente siempre. El color morado representa vigilia, y la unión entre el cielo y la tierra, recordando así esa unión que ocurrió cuando el Hijo de Dios se hizo presente entre los hombres con el nacimiento del Niño Jesús y volverá ocurrir con la segunda venida del Salvador. Esta vela morada se encuentra entre las ramas verdes de pino, color que simboliza esperanza, así que recordemos que debemos estar vigilantes a la espera de la Segunda venida de Jesús a la Tierra que también se conoce como “Parusía” y esa nadie sabe cuándo ocurrirá. La palabra “Parusía” viene de la palabra griega “παρουσία” romanizada como “parousía” que significa literalmente “advenimiento”, “llegada” o “presencia”. La Real Academia Española define la palabra “Parusía” como: Advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos.
Lector: Isaías 63:1-9
1 ¿Quién es ese que llega desde Edom, desde Bosrá, con las ropas enrojecidas? ¿Quién es ese, ataviado espléndidamente, que se yergue con la plenitud de su poder? –Soy yo, el que habla con justicia, yo, el poderoso para salvar.
2 –¿Por qué están rojas tus vestiduras, y tu ropa como la del que pisa el lagar?
3 –En la cuba he pisado yo solo, nadie de entre los pueblos estaba conmigo. Los he pisoteado con ira, los he estrujado con furor; su sangre salpicó mi ropa y manché todas mis vestiduras.
4Porque tenía previsto un día de venganza y había llegado mi año de redención.
5 Miré, y no había quien me socorriera; me sorprendí de que nadie me sostuviera. Entonces me socorrió mi brazo y mi furor me sostuvo.
6 Pisoteé a los pueblos en mi ira, los embriagué en mi furor, hice correr su sangre hasta el suelo.
7 Recordaré los favores del Señor, alabaré sus proezas, por todo el bien que nos hizo en su compasión y en la abundancia de su misericordia.
8 Él dijo: «Realmente son mi Pueblo, son hijos que no decepcionarán». Y él fue para ellos un salvador
9 en todas sus angustias. No intervino ni un emisario ni un mensajero: él mismo, en persona, los salvó; por su amor y su clemencia, él mismo los redimió; los levantó y los llevó en todos los tiempos pasados.
Todos: Breve meditación de la lectura. Como guía se tiene: Aunque las lecturas del Antiguo Testamento son antes del nacimiento del Niño Jesús, en algunas ocasiones ya se menciona la llegada triunfante de Dios a la Tierra en donde acabará de raíz con el mal, y a pesar de que se habla de sangre y cosas horrendas que ocurrirán ese día, Dios libera a los buenos de sus opresores y siempre salva a su pueblo por su gran amor e infinita misericordia. Se debe estar preparado y vigilantes para ese día, hay que procurar no distraerse con las cosas terrenales porque ese día llegará y nadie sabe cuándo ocurrirá.
Encendido de la Vela: El encargado enciende una sola de las velas moradas.
Lector: Mateo 24:42-44
42 Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
43 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
44 Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
Todos: Breve pausa para meditar la lectura. Como referencia se puede usar: Jesús ya estando en la Tierra nos dice que hay que estar vigilantes porque no sabemos qué día Él regresará a la Tierra y puede ser a la hora que menos se espere. A ese día también se le conoce como el día del Juicio Final.
Todos: En esta ocasión se reflexiona sobre las dos lecturas al mismo tiempo. Como referencia se puede usar: Ambas lecturas ya mencionan la segunda venida de Jesús y que a diferencia de la primera, la cual ya ocurrió y estamos muy cerca de celebrar un nuevo cumpleaños de ese gran día conocido como Navidad, nadie tiene el conocimiento de cuando ocurrirá la Parusía y se debe estar preparado para ese día. En estos días de festejos y que muchos no están relacionados con las celebraciones cristianas es fácil estar distraídos por lo que las personas se podrían adormecer y apartarse del verdadero sentido de la Navidad. Señor te pedimos que adornes nuestras almas como los adornos de esta corona y que las luces de estas velas nos indiquen el Camino a la Navidad durante estos días de Adviento hasta llegar a recibir la luz de Cristo, porque Tú vienes para iluminar la vida de cada uno de nosotros. Gracias por permitirnos estar aquí reunidos en familia y te pedimos que nos permitas estar despiertos y vigilantes porque Tú traes la luz más clara, la paz más profunda. Te estamos esperando. ¡Ven Señor! No tardes.
Todos: En voz alta se reza la oración del “Ave María”
Canto: Todos cantan o reproducen una canción para culminar el Primer Domingo de Adviento. Para este domingo puede ser “Alumbra Cocuyito”
Apagado de la Vela: El encargado de esta tarea apaga la vela encendida.